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| Día Internacional contra la Corrupción |
“La lucha por la justicia contra la corrupción nunca es fácil. Nunca lo ha sido y nunca lo será. Nos cobra un precio, a nosotros mismos, a nuestras familias, a nuestros amigos y, especialmente, a nuestros hijos. Al final, creo, como en mi caso, que el precio que pagamos vale la pena por mantener nuestra dignidad”. - Frank Serpico
No importa dónde residas, la corrupción es un fenómeno fuerte que quita vida a los factores sociales, políticos y económicos. La corrupción sabotea las empresas democráticas, obstaculiza el desarrollo económico y social y, además, promueve la inestabilidad gubernamental. En todo el mundo, la corrupción es un problema importante que es difícil de abordar y lo está distorsionando todo. Cuando se trata de corrupción, ni la sociedad ni el país son inmunes. Si analizamos la situación de los países subdesarrollados y en desarrollo, podemos asumir claramente que la corrupción es uno de los principales factores que obstaculiza su camino hacia el progreso. Por eso, es esencial que todos y cada uno de nosotros nos unamos y luchemos contra esta enfermedad global y alcemos la voz para erradicarla.
La corrupción afecta principalmente a la gente pobre y de clase media. En muchos países, la corrupción actúa como un núcleo que enciende las llamas de la mala gobernanza, la inestabilidad política y el escaso crecimiento económico. Si profundizamos más, encontraremos evidencias que indican que la corrupción es una causa importante que afecta el crecimiento económico a largo plazo.
Para luchar contra la corrupción, la ONU dio su primer paso en el año 2004 al introducir el primer Día Internacional contra la Corrupción. Desde entonces cada año se realiza esta jornada para desarrollar planes de combate contra la corrupción. Hoy en día, Anticorrupción proporciona una plataforma a todos los organismos gubernamentales, la sociedad civil, el público en general y los medios de comunicación para que alcen sus voces para eliminar este problema global.
